Perfiles: El iluminado

Hermanas, pasad a este refugio de paz donde podréis disfrutar de la espiritualidad y madurez propia de los hombres a los que hoy dedico este post.

Ellos, los iluminados, los seres supremos que han madurado bajo terribles experiencias, esos que siempre tienen frases de Paulo Coelho en los labios. Esos hombres que han leído intensamente sobre crecimiento personal, que han aprendido de sus errores, tanto, que Jorge Bucay es Calimero a su lado.
Son hombres en la treintena, atractivos, con una profesión sólida, relaciones largas en su haber y un período relativamente largo de soltería. Nada de rastafaris okupas, vegetarianos sectarios ni perroflautas despelucados (con todo el respeto a sus creencias y formas de vida),.... son gente aparentemente normal con un rico mundo interior.

Te encandilan como a una liebre en la carretera, de noche, ante los faros de un automóvil. Te quedas extasiada ante ese hombre pleno que se presenta ante ti, que te ha camelado con frases del tipo:

- Tu interior es un templo de belleza que aspiro con humildad poder conquistar.

Y tu, suspiras ante el móvil, leyendo esas cosas que te hacen flotar. Todo es energía fluyendo, positividad, buenrollismo a tope, arco iris, ponys, chuches y cosas bonitas...No te crees que te haya tocado un hombre maduro y cultivado, que le preocupa su interior, igual o más, que su exterior.

En su presencia no se habla de temas banales como la televisión, el deporte, las tareas cotidianas o de trabajo. Su tema favorito se centra en disertar sobre las motivaciones humanas, los por qués más intrínsecos del hombre. El sexo es tratado como la conexión suprema con otro ser y no se frivoliza sobre ello, nunca, bajo ningún concepto. Tú que has intentado seducirle levemente con frases de un morbo contenido y sutil, te das de bruces con un dicho de Buda pronunciado del tirón, que te invita a controlar tus emociones más...básicas. Súper erótico vaya.

Al final, como es de esperar, tanto rollito zen comienza a convertirse en un coñazo tremendo. Ya no sabes ni qué decir, porque nada está a gusto del fan de la PNL (Programación Neuro Lingüística). Te ve siempre cargada de negatividad, demasiado centrada en tus miedos, lanzando mensajes de desesperación y falta de autoestima, te repite que no estás alineada con el universo, que no fluyes...Te aconseja y te guía cual gurú advenedizo. Y tu, pacientemente, admites tu vacua humanidad y quieres contagiarte de tanta perfección, por lo que haces ejercicios de contrición (que nada tiene que ver con que estés estreñida) y vas reflexionando, más aún si cabe, sobre tu persona y el crecimiento que deseas para ti misma.

Tras varias charlas virtuales, te cuenta muy por encima lo que le llevó a cultivar su interior cual huerta valenciana: Tuve una novia que fíjate tu, me hizo tal, me hizo cual,...reflexioné mucho sobre eso, leí mucho acerca de esos temas y al final me di cuenta lo importante que es crecer por dentro.

Cuando les escuchas, sientes el impulso irremediable de peregrinar a la India de rodillas para purificarte y de esnifar incienso hasta alcanzar el Nirvana.

Después de un tiempo infinito hablando por whatsapp, de haberle visto solo una vez y pensar que te lo comerías enterito y no dejarías ni los huesillos, ya la cosa va derivando en una TSNR (tensión sexual no resuelta) que te va consumiendo por dentro, pero sobre todo porque: 
Él nunca encuentra tiempo para verte ya que su carrera como banquero, arquitecto o médico agita incesantemente su vida y a eso hay que sumar los retiros espirituales, las clases de meditación, los espacios de reflexión, las lecturas de psicología, la colada y bañar a su dragón de Komodo.

Ya empieza la cosa a ponerse tensa y tu no sabes por donde tirar. Al final te hartas y decides hablar clarito y ponerle las cartas sobre la mesa, porque con tanto consejito y tanto alineamiento, a ti te da que el colega está pasado de cósmico un rato.

Te armas de valor, levantas el teléfono y llamas. 

-Hola?

Bar, vocerío, bromas, voz de borracho...

-Nenaaaaaaa, qué tal?? Me pillas liado tomándome unos copazos con unos colegas, si no bellezón, te iba a dar un revolcón que te ibas a estar acordando toda la vida de mi p......!!!...... 
Peep, peep, peep...claro, le cuelgas, porque tus chakras están suspendidos en un abismo de surrealismo y se retuercen estupefactos ante el impacto de la frase que resuena en tus oídos como un gong.

Apagas las velas y el incienso. Deshaces tu postura de yoga, recoges la esterilla y por supuesto, los infumables libros de Coelho que compraste para traducir sus pensamientos, sin más, los lanzas a la basura.

Días más tarde te escribe diciéndote que realmente no hace tanto que dejó a su novia, que sigue dándole vueltas a lo que acabó con su relación, por lo que está muy afectado y no se encuentra en un buen momento.
Eso sí, alude a su suprema madurez, asertividad y empatía para decirte que, aún así, contigo las cosas no fluían y que lo siente mucho.

El iluminado al final no lo era tanto. Él, que creía emitir la poderosa luz del sol, te das cuenta que no llegaba ni a la lucecita que dan las minivelas a granel del Ikea. Eso sí, no dudo que su opinión acerca de la vida y del destino, fuera muy hermosa e inteligente, pero  ya se sabe que, en casa de herrero, cuchara de palo.
Al cósmico se le cortó la luz de golpe (quien sabe si se encontró con el Ministro Soria por el camino), porque dicen por ahí que el alcohol revela la verdadera personalidad y así el iluminado, se quedó en otro tío más, humano, imperfecto y hecho un lío como el resto de mortales.



Así lucía el "banquero sexy" la última vez que le vi. 
Octavio Acebes le busca para una colaboración.




PD: Como aclaración he de decir que yo intento cuidar mi interior con mimo y cariño, crecer espiritualmente y las cosas materiales cada vez me importan menos. Practico yoga, medito y me rechifla el incienso. 




1 comentario :

  1. Me río con tus escritos, son ágiles, simpáticos y certeros... a veces los leo con miedo a que de alguna manera, me describas...uf, por esta vez me libro. Un saludo y sigue esceibiendo.

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