Hacía tiempo que no me marcaba una de "perfiles" pero creo que ha llegado el momento de hablar de estos aspirantes a enfermos mentales que plagan las redes con sigilo.
Voy a contar tres historias, las tres muy reales y que nos indican tres tipos de loquers de atar que nos podemos encontrar.
1. El "catfish"
El mío era un tal Fabrizio que vivía en Londres con un trabajazo para una gran multinacional que quitaba el hipo. Su familia era de dinero y poseían diversos locales en Bruselas, San Diego y otras ciudades súper chulis. El dinero no era problema.
En sus fotos era guapísimo, un bombonazo de tío que te despierta el lado oscuro del deseo, por lo que una con sus complejos e inseguridades no se explica como alguien así podía haberse fijado en la menda lerenda. Pero bueno, no hay más ciego que el que no quiere ver.
Cada vez que le decía de vernos, sabiendo que en su caso el dinero no era un escollo, me hacía creer que vendría en una fecha determinada hasta que "algo" de última hora siempre se lo impedía: Su madre contrajo cáncer, su perro se enfermó, su jefe le puso una reunión muy importante. Y ya no hablemos de la posibilidad del Skype porque nuuuunca podía y encima,el muy capullo, dejaba caer que yo parecía "muy desconfiada".
Como una bendición, una amiga me animó a cruzar sus fotos en Google para hacer una búsqueda. Y teníais que ver mi cara al darme cuenta de que hablaba con un hombre con la cara y el cuerpo de un futbolista brasileño, que obviamente no era el futbolista (ay omá si hubiese sido él). Cuando se lo dije me bloqueó inmediatamente porque su mentira ya no había valiente que la sostuviera.
Suelen vivir fuera de tu ciudad o país, lo que te impide conocerles con facilidad. Saben lo que las chicas valoramos: llamadas, sentirnos escuchadas, recordar nuestras pequeñas batallas diarias, nos piropean y nos dicen siempre cositas bonitas. Te sientes deseada pero con caballerosidad. Promete ayudarte y convertirse en alguien importante, en tu pareja básicamente. Que no te ha visto? No pasa nada, que matrimonios concertados con fotitos en blanco y negro se llevan haciendo de toda la vida y nadie se ha quejado. O si.
En sus fotos escogidas especialmente para la ocasión salen naturales, guapos, pero nunca excesivamente buenorros para que no cante la gallina y se descubra el pastel. Así que pasan como chicos normales tirando a bellezón.
Conclusión: Este tipo de loquer tiene obsesión por conquistar mujeres, demostrarse que puede seducir como quiera y cuando quiera, pero....con una verdad muy Juan Palomo. Se creen su mentira porque se la han guisado y comido ellos solitos. Ese mejunje de vida ficticia que se han inventado para escapar de lo que sea que tienen de verdad a su alrededor. Eso les deja con un saldo de chicas, como yo, completamente desconcertadas por no saber quién se oculta detrás de tremenda mentira y que encima nos sentimos imbéciles porque han jugado con nuestros sentimientos.
Cómo neutralizarles: Sospecha cuando evita Skype o cualquier otro medio para veros, cuando te da plantón con excusas de "mucha penita" y sobre todo... Googleando las fotos de los sospechosamente guapos que se interesan mucho por ti en un período muy corto de tiempo.
2. El guarro obsesivo
Este tipo, por llamarle de alguna manera, le conocí por una red de estas hace mucho tiempo. Le di mi teléfono y aunque charlamos un par de veces, el desinterés era muy evidente y le borré al poco.
Pero ya sabéis que Facebook hace de casamentera del todo a cien y te sugiere gente basándose en tus contactos del móvil y pasado un tiempo, fue él el que me localizó por la red social y me envió un mensaje precioso y poético, al nivel de Neruda, que dejaba entrever las oscuridades insondables de esa cabecita de puto loco. Ni corto ni perezoso, a bocajarro y a las 9 de la mañana de un domingo me suelta: Me quiero correr para ti.
ZASCA!! Y sobra decir que no se despeinó ni el flequillo.
Yo, que ya estaba hasta el orto de guarros que te usan de vomitorio para sus perversiones, le planté cara y le dije cuatro cosas bien dichas. Para resumir, solo pudo disculparse y argumentar que le apetecía mucho y no sabía muy bien por qué lo había hecho. Vivir eso es triste y asqueroso.
Después, con el paso de los meses, ha seguido insistiendo en que me quiere conocer y demostrarme que aquello fue un error, que estaba borracho y no era dueño de lo que hacía. Que se quiere disculpar en persona y bla, bla, bla...
Conclusión: Este elemento tiene cero tolerancia a la frustración. Cuando alguna le dice que no, se lo toma como algo personal y sigue insistiendo por que a hombre como a ellos NUNCA se les puede decir que no. Yo solo puedo verle como un violador en potencia.
Cómo neutralizarles: Plantándoles cara. Nunca ignorar a alguien que te agrede de esa manera. Contestación escueta, directa y clara, que no admita fisuras y por supuesto, bloqueo inmediato. Si encuentra otras vías para contactar contigo: tomar pantallazos, pruebas, grabaciones, lo que sea y...denunciar. Eso se llama acoso y es un delito.
3. El enamorado suplantador.
Esta historia le pasó a alguien muy cercano y ella que es muy maja, me ha autorizado para contarlo.
Conoció a un chico por Tinder, muy agradable y guapo. A la siguiente semana ya hicieron planes para conocerse pero mientras, en el intervalo, él no paraba de comportarse como el loquer número 1 de hoy: Todo lo que ella hacía le encantaba, las fotos le volvían loco, la llamó y la fue camelando, pero ella que es más lista que yo, el instinto le decía que algo no cuadraba.
Cuando me lo comentó me saltaron los demonios del pasado y le dije inmediatamente que contrastara sus fotos en Google. BINGO!! Otro fake.
Ella entró en cólera y le sonsacó la verdad.
Conclusión: Él era alguien que ella ya había conocido previamente y que por lo que sea a mi amiga no le gustó. Con mucho tacto y muy buen rollo se lo hizo saber y punto.
Pues él ni corto ni perezoso, consideró ese rechazo inaceptable y en consecuencia, se abre una cuenta ficticia de Facebook, le vincula un nuevo Tinder con las fotos de un maromo del tipo que le gustan a mi amiga y con paciencia de santo Job se dedicó a rechazar a todas las chicas hasta encontrarla y comenzar a seducirla siendo otra persona.
Nos quedamos sin saber quién era, porque ante tremenda mentira no le quedó otra que impedir cualquier forma de contacto en desbandada.
Cómo neutralizarles: DESCONFIANDO y haciendo caso de nuestro instinto. La gente real no tiene miedo en mostrarse, en quedar contigo para tomarse algo, en aceptar un rechazo,...
Si te toca alguien así y te das cuenta, lo bueno sería jugar con inteligencia para pillarles y hacerles pasar la vergüenza con ayuda de tu gente cercana. Nunca sola.
Hay toneladas de putos locos por la red y fuera de ella, lo que ocurre es que internet da la impunidad del anonimato y anima al que viene con tara mental a tomarse la ley del "todo vale" al pie de la letra.. Trolls hay en todas partes y obviamente en redes de contactos y búsqueda de pareja, habrá, incluso más.
Normalmente el tono de mi blog es bastante irónico y lo trato todo con humor a pesar de que muchas veces las cosas que me han pasado son dolorosas y complejas, pero en este caso, el humor sobra.
Es algo muy serio que nos puede pasar a todas y que por fortuna, y éstas en concreto, se han quedado en anécdotas inquietantes que no pasaron a mayores, pero hay casos de estafas, de acoso real y continuado ejercido por personas peligrosas que actúan sin control ninguno.
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