Ironías de la vida



Hoy tendría motivos para estar despechada y dolida con el universo y el amor, y San Valentín y la campaña de desprestigio a los solteros en estas fechas (si no tienes pareja pareces un apestado) y la rana cantando debajo del agua. Pero....hoy me he levantado de buen humor contra todo pronóstico, a pesar de otro chasco emocional de esos que te dejan temblando hasta los dientes. Pero no...hoy es un gran día para celebrar porque es viernes y estoy viva para disfrutarlo.

No voy a entrar en misticismos de tres al cuarto ni en frases de Paulo Coelho para superar el trance, me voy a fijar tan solo en lo que tengo más cerca, en lo más simple y perfecto.

Ayer tenía la sensación de que todo se desmoronaba a mi alrededor, entre otras cosas, por un mensaje de whatsapp mañanero que aumentó en mi alma la sensación de que esa persona que parecía que le importabas, pues no le importas una mierda, joder....y a otra cosa mariposa. Así, en un pestañeo...ahora lo ves, ahora no lo ves.
Pero cual fue mi sorpresa que durante el transcurso del día mi gente me fue devolviendo los trozos que alguien había vuelto a esparcir en un acto de supremo egoísmo.

Mi mejor amigo, mi hermano, tan confundido como yo...por primera vez en mucho tiempo demostró una empatía y una delicadeza que le agradezco en el alma.

Mi rubia querida que en su infierno particular me hizo hueco y me escuchó pacientemente, desconcertada como yo, flipando en colores y con el alma un poco más pesada porque al final, no hay milagros para nadie.

Mi cuñado, que captó las señales y me escribió por la noche para saber qué me pasaba. Como hombre, más frustración y desconcierto, más rabia de ver cómo alguien puede hacer daño así como así.

Mi hermana, que en su día le dijo: No le hagas daño que te corto los huevos. Tiene todos los motivos del mundo para convertirle en eunuco.

Mi amigo que se bajó de Bilbao para darme un abrazo solo porque su amiga se desmoronaba. 

A mi querido amor americano, que con un gorro de lana y un abrazo fuerte trató de pegarme los trozos de un corazón cansado de intentos.

Al señor Barba Premium que ha estado ahí con su banda sonora a medida, cuidando de que no perdiera el norte con música y afecto. Gracias.

A mi canario de 1.90m que hoy me despertó con un mensaje de voz de buenos días a grito pelado, como si apacentara ganado, que me cambió el humor para lo que me resta de día.

Mi Rivas, chato, que ayer por la incuestionable conexión wifi que instala el cariño, percibió una perturbación en la fuerza y me llamó para saber qué pasaba.

A mi compi de piso que me aguanta a diario mis bajones y mis malos momentos y que me anima incondicionalmente.

Hasta la veterinaria de Bastian que me escucha sabiendo que algo no anda bien.

Tengo un entramado de personas a mi alrededor que aunque hay veces que no les siento cerca están terriblemente próximos a mi con ese pegamento de amor, cariño, paciencia y buen humor. Siempre queriendo sacarme una sonrisa, diciéndome que todo va a estar bien, que me ayudarán y me querrán siempre.

Hoy no voy a fijarme en que solo una persona no me quiere como me merezco, no voy a lamentarme porque no funcionó, porque me sienta engañada o perdida. Hoy voy a celebrar el amor de toda esa gente que me aprecia, me busca y me cuida cuando más lo necesito porque ese es el auténtico amor, el que te llena de vida y te hace encontrar un motivo a la existencia.

Hoy celebro con ellos que estoy de pie, entera, orgullosa de quien soy, de capear el temporal como viene y encararlo con entereza, de luchar por lo que quiero y no sentirme mal por ello. 

Porque el amor no solo pertenece al ámbito de la pareja y muchas veces si ese no lo tenemos, debemos abrir bien los ojos, porque es probable que lo tengamos a raudales muuuuy cerca.

GRACIAS CON TODO MI AMOR POR ESTAR AHÍ 



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