Eso no se busca, llega solo o Verdades como catedrales Vol. I



Odio los tópicos y el calorazo de este Agosto capitalino.

Y odio los tópicos porque yo soy un ejemplo cabreado y andante del uso de tópicos en mi persona a lo largo de tooooda mi vida. Honestamente, son cansinos e irritantes y como ya sabréis a base de leerme, me enajenan a niveles estratosféricos.

Bueno, he venido a hablar de uno de los topicazos por antonomasia de la vida solteril. La expresión:


Eso no se busca. Llega solo. 


Levantémonos y hagamos la ola a esa frase manida y desgastada que muuucha gente, con afán de consolarte de una tristeza virtual y subjetiva, esgrime para liberarte de la desgracia de estar sola. Porque remarquemos que en este mundo nuestro, estar solo/a se sigue viendo como un error del sistema, una anomalía que ha de ser reparada o eliminada a toda costa. ¿Cómo puede subsistir un sistema de valores arcaico con personas felizmente solteras, que literalmente, les da igual tener pareja y reproducirse y todo ese rollo?. NO PUEDE SER. Matrix se acabaría.

Porque nuestro interlocutor, con toda su buena intención e inocencia, está volcando siglos de condicionamiento educacional y toneladas de estúpidos prejuicios en cinco palabritas. Estamos condenados a ese juicio paternalista en tono quejumbroso por parte de nuestro entorno por no compartir la vida con alguien. 

Entonces recapitulando: estás tu ahí, soltera/o y siguiendo ese sabio consejo, lo normal sería que te quedaras de brazos cruzados, viviendo tu vida, haciendo tus cositas de millenial cool y un día, sin saber cómo, sonará el timbre de tu casa y al abrir la puerta ahí estará, sin más, la persona que alegrará más si cabe tus días en el siguiente periodo de tu tiempo en este mundo.
Creo entender que esa es la historia. Así. En resumen.

Pues yo digo que ni es una cosa ni es la otra. Y doy fe de que es la puritita verdad. A base de ensayo y error me he dado cuenta de los siguientes hechos irrefutables:

1. Cuando una mujer quiere pareja y lo desea de una manera muy intensita es el equivalente al gas sarín para los hombres. Huyen despavoridos porque se nos nota tanto la desesperación que damos sustito. Hay muchos hombres francamente impresionables y sensibles a ese asunto. De hecho, aquel programa noventero ¿Quién sabe dónde? nació inicialmente para buscar a hombres que habían sido vistos en una cita y luego nunca más se supo. Presupongo que acabaron todos en Laos con Roldán y compañía.

2. Cuando un hombre quiere pareja, resulta que dura en el mercado lo que un Pokémon en la Puerta del Sol. Es decir, nada.

3. Esa frase nace con deficiencias porque presupone que el amor llegará, perpetuando la idea de que por ahí hay alguien para nosotros, nuestra media naranja, porque...estamos incompletos sin pareja. Maaaaaaaaal. Erroooor. Estamos enteritos y felices por nosotros mismos, rodeados de gente y si llega alguien que te hace sentir cosas, genial y si no llega, genial también. NO PASA NADA.

4. Cuanto menos te importa tu situación emocional y vives la vida en conjunto, prestando atención a todas las áreas de manera similar, más cosas divertidas te pasan.

5. Cuantas más expectativas tengas en una persona, cuanto más proyectes tus cositas en ella, es muy probable que acabes destrozado en una esquina balanceándote mientras murmuras.

6. Hay que abrirse a gente nueva. No hay que buscar pareja como si fuera la única misión de tu vida, lo divertido es conocer gente. Primer paso básico: abrir tu círculo, apuntarte a nuevas actividades, salir de tu zona de confort social e interactuar con gente de todo tipo, de esta manera es mucho más probable que encuentres personas afines a ti: Amigos y amigas -porque hemos quedado en que buscar pareja como objetivo obvio, no es bien.

7. El sexo no arruina nada. ¿¿Queda claro?? Por acostarte con tu cita esa misma noche, dentro de tres días o en un mes no se va a expedir un certificado de garantía que te asegure la durabilidad de esa relación ni se te etiqueta de nada por ello.
Haz lo que te de la gana, con quien te de la gana solo porque te apetezca, no porque esperes obtener un beneficio claramente retorcido, más allá de lo obvio que implica el sexo.

8. El que te quiere, te busca. Parece básico pero hay que seguir insistiendo en ello. Si no escribe, si no te llama, si te marea, si desaparece y reaparece, si sus palabras no son respaldadas con actos...no te quiere, no le gustas o no le interesas. NExt...

9. Estar soltero/a no es una maldición gitana. Es muy probable, que si lo sentimos así es que el problema real esté en nosotros mismos y en la cantidad de tiempo/energía que le dedicamos a ese aspecto en concreto de nuestra vida. También es cierto que el panorama no pinta muy bien por otros mil motivos y que nuestras expectativas/exigencias versus la realidad, nos dejan completamente devastados por momentos.

10. Quejarse. Maaaaaal. Uno no se queja, se pone a arreglar su cabeza sus cosas y deja de ser pesado y cansino si no quieres que venga toda esa gente y te diga lo de: eso no se busca, llega solo.
Nota: Cuenta la leyenda que si te dicen la frase de marras tres veces seguidas apareces en una dimensión paralela donde solo suena Pablo Alborán y Álex Ubago. Yo tú, dejaba de quejarme.

11. En algunas ocasiones, y lo digo con mucha bilis amenazando con quemarme el esófago, las cinco palabrejas esas asquerosas tienen razón.

12. Depende de cuánto tiempo lleves soltero, es más o menos posible oírlo. Si tu novio te acaba de dejar, todo el mundo te animará a mantener el estado idílico de la soltería, si llevas más de un año comenzará la cantinela a gogó.


Y yo que me he estrellado mil veces, que he pasado casi todas las facetas de la soltería y que he dedicado mucho tiempo a meditar sobre ello, sé de buena tinta que todo esto es verdad y lo comparto gratuitamente con vosotros, porque soy así de maja y guay.

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