No me merezco nada



No me merezco nada. 

Suena triste pero si sigues leyendo te darás cuenta de que esa frase no tiene nada que ver con mi falta de autoestima. Es producto de una profunda reflexión respecto a ciertas expresiones y sentimientos que traemos de serie, ahí grabados al fuego en nuestro cerebro.

Hemos crecido con la idea de que debemos tener el trabajo perfecto, la casa, la relación y los amigos ideales que nos merecemos. 

Pero realmente no nos merecemos una mierda. 
Yo no hago méritos a diario para obtener tal o cual cosa y esperar que porque sí, me lluevan las bondades de la vida. Otra cosa es un objetivo vital/personal y que de manera realista y tras mucho esfuerzo, puedo lograr. 

Pongamos ejemplos. 

Me merezco a alguien que me quiera como yo quiero. 

No. 
Tienes derecho a escoger y a vivir tu vida con quien te haga sentir feliz. 
Si no es así, no mereces que llegue alguien que colme tus expectativas. No. No haces méritos en una cartilla cada día para que cuando llegue esa persona le puedas decir: Mira todo lo que hice para ganarte!!! 
Las personas no son un premio, no se ganan, ergo, no te mereces nada. 
Si estar soltero/a no es tu elección, piensa en qué herramientas necesitas, experimenta y crece, pero nunca te lamentes porque no obtienes lo que mereces. 

Me merezco un trabajo estupendo. 

Tienes derechos recogidos en la constitución y también, en este caso, tienes derecho a elegir. Si un trabajo no te gusta o no es digno, busca otro y márchate y denuncia si es necesario. 
Has estudiado mucho. Has pagado mucho por tu conocimiento. Has logrado las mejores calificaciones. Eso no hace que te merezcas nada. 
La lucha continúa. 
Todo eso que has hecho no implica que DEBA suceder como esperas. Son herramientas útiles para alcanzar ciertas metas. 

A nadie se le ocurriría exigir a unas deportivas de última generación que por usarlas vayas a batir el récord de los 100 metros lisos. Comprártelas no lleva implícito por contrato que te merezcas un mejor tiempo en tus carreras diarias ni en los kilos que mereces bajar. Son una herramienta más.

Me merezco ser feliz

Ya. Esta es la más utilizada de todas las expresiones. 
Uno escoge ser feliz, si no lo eres, ya sabes. Aplica todo lo de los anteriores casos. 

Queda claro, no? 

Como refuerzo a la teoría, creo necesario aclarar qué es para mí alguien que se merezca algo. 

Un buen amigo mío aprobó hace poco unas oposiciones que llevaba años preparando. 
Tras varios intentos, tras mucho trabajo, esfuerzo incalculable, paciencia y esmero, consiguió su plaza. Por el camino hubo gente que no quiso que fuera funcionario. Existió trato de favor y alguna trampa y él denunció. 
Lo cierto es que al final demostró objetivamente que estaba entre los mejores para ese puesto y si, se lo merece. 
Nunca vi a nadie perseguir un sueño con tanta perseverancia. 

Entonces distingamos de una vez lo que de verdad merecemos de lo que "creemos" que merecemos. 
Dejemos de esconder nuestra cobardía o nuestra falta de perseverancia en esa expresión, porque, en definitiva, no nos merecemos nada. 

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